lundi, juin 12, 2006

El Otro Dictador.













Catedral de San Pedro. Vaticano. Foto Ricardo Tapia.

….. los vigilantes enfrentados a esa multitud poliforme y sedienta que es el turismo veraniego, intentaban en vano contener a aquella miríada de personas haciendo filas kilométricas en busca de su pedazo de historia. Desde luego no se trataba de cualquier lugar, sino de la iglesia más grande del mundo que entre otras posesiones tiene, porque no? Su propio estado… El Vaticano.

El Vaticano es un estado soberano cuyo jefe es el Santo padre, es el estado más pequeño del mundo y según los folletos informativos posee un aproximado de 700 residentes, de los cuales la mitad goza de la ciudadanía vaticana provisional, residencia que de ninguna manera sustituye a la nacionalidad de origen. Gracias a un acuerdo entre la santa sede y Mussolini - quién mas, sino el fascista por antonomasia- desde 1929 el papa ejerce el poder legislativo y ejecutivo por medio de una comisión de cardenales, nombrados… obviamente por el mismo.

Huelga decir que no fue mi fe religiosa la que me trajo aquí, sino el morbo, la curiosidad de observar a estos cabrones disfrazados de santos con su mirada tibia y lasciva y su antítesis, aquellas mujeres blondas de escotes pronunciados y pantalones cortos fotografiándoles con su cámara numérica.

Los domingos, miles de fieles abarrotan la Plaza San Pedro para ver a Su Santidad, quien montado en esa especie de coche eléctrico, aparece tembloroso y dubitativo frente a la ventana de su biblioteca, donde saluda a los feligreses que se cabecean a todo lo largo de la plaza en busca de su bendición.

Pues esto es el Vaticano, una dictadura atroz que no-solo posee todos los defectos de las dictaduras, como tener a un dictador senil y férreo, sino también, supongo, una prerrogativa que bien quisieran tener todas las demás, un estado asombrosamente rico.Desconozco los estados financieros del Vaticano pero no hace falta una inteligencia rutilante para darse cuenta de la cantidad de riqueza acumulada en este lugar, sus colecciones de arte sacro en su propio museo dan muestra de ello: la famosa capilla sixtina, donde solo para entrar se necesitan un par de horas, mucha voluntad, una sustanciosa suma y sobretodo un buen cobertor.
Así es. En todos los recintos del Vaticano esta proscrito el acceso en blusas escandalosas y shorts, que por respeto.
Asumo que bien sabe el Todopoderoso de que tamaño la tenemos o si la guerita de tetas desorbitadas a mi lado tiene senos falsos o son de su creación, no es así? Quiero suponer que esto de la tapada es solo para no alborotar a los curas, que de tanto pedirle a Dios que los libre de la tentación, pues miren de donde les viene a caer.

La derrama económica de esta masa ávida de tirar su dinero en las arcas del Vaticano es inaudita, es verdad que la entrada a la catedral es gratuita y que más que una iglesia es un palacio con ornatos de lujo; pero la visita a la parte inferior se paga, las capillas algunas de ellas también, las colas para el correo son infinitas, velitas por todos lados y de las dádivas mejor no hablamos. Se habrán imaginado el buen Miguelangelo o el gran Bernini en su sueño más guajiro la suma de dinero que les iba a generar a estos cabrones? Porque a decir verdad aquí lo único que falta es un stand bajo el altar.

El papa peregrino después de treinta años en el poder – otro símbolo inequívoco de una buena dictadura- ha pasado de víctima de un atentado y condenador del aborto y el condón a ser uno de lo últimos iconos de la cultura pop, ahora, esa misma imagen que mueve a millones por el mundo es objeto de lucro como lo ha sido la del mismo Jesucristo en los últimos siglos; Bueno, pero, no comparemos al buen Jesús con el Santo papa que la verdad yo no sé que tan santo sea el cabrón, pero de que alguien se esta forrando aquí….. de eso no me cabe la menor duda.

Ricardo Tapia
Ciudad del Vaticano, Italia
18/08/04