lundi, juin 12, 2006

Apuntes sobre Darwin.














Patriotismo Americano. Estación Central. Nueva York. Foto Ricardo Tapia.

Esta semana estaba escribiendo un articulo buenísimo.
Durante quince días había recopilado todo tipo de información: datos, encuestas, declaraciones, entrevistas, todo sobre el origen de las especies; la teoría donde Darwin afirmaba que los seres humanos son el producto de transformaciones biológicas en las cuales se ejerció una selección natural donde solo los más aptos sobrevivieron.
Honestamente creo que iba a ser un éxito.

Todavía esta mañana me preguntaba como haría caber ese cúmulo de información en menos de dos folios; porque ustedes no lo saben, pero la editora de El Universal (de la que solo sé que tiene dos perros, juega dominó y practica la carrera de fondo) me tiene casi prohibido excederme en mas de una cuartilla, cuartilla y media.

A lo largo de estas dos semanas trabajé en la traducción de algunas citas donde se afirmaba que la comunidad científica mundial, en su gran mayoría, estaba de acuerdo con la teoría de la evolución no así la estadounidense, entidad que se ha acercado peligrosamente al creacionismo de la derecha cristiana ultra conservadora; la misma que llevó a Bush a la presidencia.

Había conseguido un ejemplar de Le Monde del primero de agosto del año pasado, donde el presidente Bush afirmaba que las tesis sobre el Diseño Inteligente, ligadas al creacionismo y opuestas a la teoría Darviniana de la evolución, deberían ser incluidas en los programas escolares.

Y es que según una encuesta realizada en Noviembre del 2004, un 55% de los americanos creen que Dios creó al hombre en su forma actual y un preocupante 65 % pretende que las teorías creacionistas, entre ellas la del Diseño Inteligente, sean impartidas al mismo tiempo que la teoría de la evolución. Unas cifras sin duda escalofriantes en un país que ha recibido 224 de los 509 premios Nóbel de medicina, física y química.

Durante mucho tiempo los ataques contra Darwin vinieron de ahí, de esos grupos creacionistas que se empeñan en una lectura literal – y errónea- de la Biblia.
Según estos iluminados, la tierra tiene menos de diez mil años, fue creada en seis días y el hombre que la habita fue hecho a imagen y semejanza de Dios o sea, que no desciende de un mono.

Con los partidarios del Diseño Inteligente la ofensiva contra Darwin ha sido más sutil. Estos afirman que la vida es tan compleja que no puede venir mas que de un espíritu superior, de un “diseñador inteligente” que puede ser Dios o cualquier fuerza sobrenatural, llámese extraterrestre o como la insensatez le quiera llamar.

Desde luego mi articulo no pretendía llevar la discusión al campo científico; terreno que se ha dado ya a la tarea de descifrar la secuencia genómica del chimpancé, demostrando con ello que el hombre no desciende del mono pero si que es su primo.
A mí lo que me interesaba era el avasallamiento de la razón.

Si pensamos que Dios creó al hombre tendríamos que aceptar que Dios creó a Bush y tendríamos que aceptar que Dios creó también a Franco lo cual equivale a difamarlo.
Decir que Dios creó al hombre es terminar de un solo golpe con el buen prestigio de Dios. Entonces yo iba a proponer que nos quedáramos con lo del mono, porque a mí en lo personal lo del animal me sienta mucho mejor y por ejemplo a Bush le cae de maravilla.

Pensaba ceder a Bush la defensa de la pretendida ciencia de la creación -que no es mas que una religión camuflada- y dejar que su estupidez terminase por sepultar las teorías como sucedió ya en Diciembre, cuando una corte federal prohibió la enseñanza de la teoría del Diseño Inteligente en los cursos de biología de los Estados Unidos.

Como ven ya tenia casi todo amarrado, solo me faltaban unas notas sobre ese viejo barbado con cara de Dios cuando el cartero llamó a la puerta.

Con mi sobre en la mano, comencé a leer esas líneas inflamadas que decían IFE y que antecedían al coraje inverosímil de los candidatos presidenciales.
Un tanto preocupado dejé de lado las teorías creacionistas y me puse a escribir sobre política y todo eso de las elecciones que ya ustedes habrán leído la semana anterior.

Ricardo Tapia.
Bruselas, Bélgica.
10/05/2006